sábado, 17 de abril de 2010

SEGUNDO INTENTO


Samantha , la madre de Jos, nos trajo un hormiguero, listo para llenarlo de hormigas y ver cómo se organizan. Sólo nos hacían falta las hormigas.

Casualidad que en el patio se cambió un tobogán de sitio y , al levantarlo, aparecieron hormigas. Esta vez sí que no podíamos fallar, eran muchas hormigas juntas, se movían con tranquilidad, unas cercas de otras, no se peleaban. Pusimos un sugus, a ver si se acercaban al dulce, y así podíamos comprobar que eran de la misma familia, pero no les dió tiempo. Los luner@s, eso sí, con mucho cuidado, las atraparon.

Montamos el hormiguero que había traído Jos y las metimos. Una de ellas parecía una reina, tenía alas, pero no tenemos muy claro si era una hormiga o no. Lo que si tenemos claro es que las otras la movían de un lado para otro. Humedecimos la arena con un gotero y dejamos alimento. Habíamos leído que a las hormigas les gusta los restos de fruta, sobre todo, plátano y manzana, así que dejamos plátano con un poco de azúcar.

Como las hormigas trabajan mejor a la sombra, pusimos los paneles que tapan el hormiguero y decidimos esperar. Al día siguiente, la que parecía ser la reina ya no se veía, y las demás estaban todas unidas en el mismo sitio, esperábamos ver algún caminito, pero todavía no había nada. Seguiremos esperando. Por lo menos, la primera prueba estaba superada, parecían ser de la misma colonia, porque estaban vivas.

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